El clima mediterráneo nos regala muchas horas de sol al año, pero también épocas de lluvias intensas, como la actual temporada de gota fría.
Estas condiciones ambientales no solo influyen en nuestro día a día, también afectan directamente al trabajo de pintores y aplicadores.
Hoy queremos hablar de un factor que muchas veces se pasa por alto y que puede marcar la diferencia entre un acabado perfecto… y un problema a corto plazo: la humedad y la temperatura durante la aplicación de la pintura.
¿Por qué son importantes la humedad y la temperatura al pintar?
La pintura no es solo color: es un producto químico que necesita unas condiciones concretas para secar y adherirse correctamente.
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Si hay demasiada humedad, el secado se retrasa y la pintura puede generar burbujas, manchas o incluso desprenderse.
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Si hace demasiado calor, se seca demasiado rápido, dejando marcas de rodillo o brocha y un acabado irregular.
Humedad: el gran enemigo oculto
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El nivel ideal de humedad relativa para pintar está entre el 40% y el 70%.
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Con lluvias intensas o ambientes cargados de humedad (como ahora en la Comunidad Valenciana), la pintura puede absorber agua del ambiente, perdiendo adherencia.
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Riesgos más comunes:
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Aparición de eflorescencias (manchas blanquecinas).
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Problemas de hongos y moho en interiores mal ventilados.
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Pintura que “chorrea” o no cubre bien.
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[Consejo práctico: evita pintar si llueve o ha llovido recientemente y la superficie aún no está completamente seca.]
Temperatura: ni frío ni calor extremo
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La mayoría de pinturas funcionan bien entre 10 °C y 30 °C.
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Por debajo de 10 °C, la pintura puede no secar o quedar pegajosa.
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Por encima de 30 °C, el secado es tan rápido que no da tiempo a trabajar el material correctamente.
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En exteriores, atención al sol directo sobre paredes: acelera en exceso la evaporación del agua o disolventes de la pintura.
Recomendaciones prácticas para pintores en temporada de lluvias
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Consulta siempre la previsión meteorológica antes de planificar un trabajo.
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Asegúrate de que la superficie esté completamente seca antes de aplicar la pintura.
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Ventila los espacios interiores para evitar condensaciones.
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Usa productos específicos para ambientes húmedos, como pinturas antihumedad, antimoho o revestimientos impermeabilizantes en exteriores.
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Planifica el horario de aplicación: en otoño, suele ser mejor trabajar a media mañana o primeras horas de la tarde, cuando la humedad ha bajado y la temperatura es más estable.
La experiencia del pintor como garantía
Aunque los fabricantes dan pautas generales, cada obra es diferente y requiere la mirada experta del pintor profesional. Solo él sabe valorar el estado de la superficie, el clima y el producto más adecuado para cada situación.
En Siena Pinturas sabemos que una buena elección de materiales, unida al conocimiento del oficio, es la mejor garantía de éxito. Porque no se trata solo de aplicar pintura, sino de hacerlo en el momento y condiciones adecuadas.
Si quieres asegurar el mejor resultado, confía siempre en el criterio de tu pintor de confianza.